El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, confirmó que esta semana comenzará a reflejarse una baja promedio del 2% en el precio de la nafta en todo el país. La reducción no será uniforme ni inmediata, sino progresiva y diferenciada por región, en función de las condiciones locales del mercado y los costos asociados a la cadena de producción y distribución.
Desde la conducción de la empresa explicaron que la decisión responde a un esquema de precios alineado con la lógica de mercado, donde los valores en surtidor deben acompañar las variaciones reales de la oferta y la demanda. En ese marco, YPF sostiene un monitoreo permanente de variables como costos operativos, logística, consumo interno y contexto internacional para definir los ajustes.
En cuanto al gasoil, la compañía adelantó que habrá movimientos diferenciados, con subas y bajas según el tipo de producto y la región, sin detallar aún el impacto final. La estrategia apunta a sostener competitividad y eficiencia en un sector que compite a escala global, especialmente en el desarrollo de Vaca Muerta.
La baja anunciada se inscribe en una política de precios más transparente y flexible, con el objetivo de trasladar a los consumidores las condiciones reales del mercado. En un contexto de alta sensibilidad social por el costo de vida, el ajuste a la baja en los combustibles marca un cambio de dinámica en la relación entre la principal empresa energética del país y los usuarios, bajo un enfoque de mercado y reglas claras.
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