Catamarca cerró el último fin de semana largo del año con un dato contundente: volvió a posicionarse entre los destinos más dinámicos del país, sostuvo su histórico atractivo religioso y, según el último informe de CAME, se encamina a convertirse en una de las capitales argentinas del turismo deportivo en 2026.
Mientras el turismo nacional movió $249.370 millones y casi 1,4 millones de viajeros, Catamarca sobresalió por dos razones claras: una demanda sostenida y un calendario de competencias de montaña que no deja de crecer. En un país donde muchas provincias siguen intentando recuperar niveles de actividad, Catamarca decidió ir por más y capitalizar cada segmento disponible.
La CAME indicó que el movimiento turístico del fin de semana subió 43,5% frente al mismo período de 2023, con un gasto diario promedio de $90.495 por visitante. En ese marco, la provincia logró mantener un flujo constante de turistas gracias a su carta más sólida: naturaleza extrema, tradición religiosa y un ecosistema deportivo que empieza a marcar tendencia nacional.
El informe destacó a la provincia como uno de los destinos líderes del turismo deportivo rumbo a 2026. No es casual: Catamarca ya demostró su potencial con el Aconquija Trail RAM y ahora se prepara para un calendario que la posiciona en la elite del trail y el MTB.
Entre los eventos confirmados se encuentran:
Desafío La Chilca
El Bolsón Ultra Trail
Las Vallas Sky Running
Fiambalá Desert Trail
Vuelta a Pomán MTB
En un país que demanda actividad económica real, estos eventos mueven alojamiento, gastronomía, logística y consumo local sin intermediarios ni burocracia: economía pura y directa.
El flujo del fin de semana también se sostuvo por la diversidad natural y patrimonial de la provincia. Entre los puntos más visitados se destacaron:
Quebrada de las Señoritas
Termas de Fiambalá
Pucará de Aconquija
Circuitos culturales, artesanales y gastronómicos en múltiples municipios
Catamarca no solo recibe más turistas: amplía su oferta y empuja a los municipios a competir, mejorar y atraer demanda.
El impacto del turismo religioso volvió a ser decisivo. La capital provincial alcanzó un 85% de ocupación hotelera, 10 puntos más que en las fiestas marianas del año pasado. El promedio provincial llegó al 65%.
Según el Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte, el gasto promedio de quienes pernoctaron fue de $89.167 diarios, con una estadía de dos noches. El impacto total fue de $1.770 millones, distribuidos en toda la cadena de valor turística.
La secretaria de Gestión Turística, Evangelina Quarín, destacó que “la devoción hacia la Virgen del Valle volvió a impulsar la ocupación y el movimiento económico”, subrayando el operativo de asistencia que cada año moviliza al sector público, la Iglesia y miles de voluntarios.
Catamarca encontró un camino que mezcla tradición, deporte, fe y naturaleza con un resultado claro: crecimiento sostenido.
Mientras muchas jurisdicciones siguen atrapadas en debates estériles y modelos turísticos que no despegan, la provincia avanza con estrategia, inversión y eventos que atraen público real, no estadísticas infladas.
Con un 2026 cargado de calendario deportivo y un turismo religioso que no deja de expandirse, Catamarca se posiciona como uno de los destinos más competitivos del país. Y lo hace sin discursos grandilocuentes: con resultados.