En medio de un Congreso atravesado por un reordenamiento acelerado, el diputado nacional Francisco Brizuela dejó en claro que el nuevo equilibrio de fuerzas abrió un escenario donde tres votos catamarqueños pueden inclinar la balanza en decisiones de altísimo impacto, desde la reforma laboral hasta el paquete de leyes que el Gobierno busca aprobar en extraordinarias.
El legislador explicó que La Libertad Avanza, con el apoyo de aliados, se encuentra muy cerca de alcanzar los 129 votos necesarios para el quórum propio, aunque todavía no llegó a ese número. En ese margen estrecho, sostuvo, es donde los bloques provinciales adquieren un peso estratégico que no tenían en el ciclo político anterior.
Brizuela también reveló que el gobernador Raúl Jalil viene marcando su preocupación por lo que definió como la “conurbanización de la política”. Según el diputado, el mandatario considera que Unión por la Patria, tal como funciona ahora, responde más a la interna del peronismo bonaerense y a las tensiones históricas del PJ que a las necesidades reales de las provincias, cuyos intereses muchas veces van en direcciones completamente distintas.
En ese marco, la decisión de Claudia Palladino de permanecer dentro del bloque kirchnerista mientras los otros tres legisladores conformaron Elijo Catamarca fue interpretada por Brizuela como parte de las definiciones políticas individuales que cada gobernador y diputado toma. Sostuvo que la interna entre Axel Kicillof y el sector de Cristina Kirchner viene arrastrándose desde hace tiempo y que su impacto se siente en distintas jurisdicciones.
El diputado recordó que Jalil no fue el único gobernador en impulsar movimientos de desprendimiento: Osvaldo Jaldo, de Tucumán, avanzó en la misma dirección, y crece la idea de que se conformen nuevos espacios provinciales o incluso un armado común bajo el paraguas de Provincias Unidas. Para Brizuela, estos grupos más pequeños pueden ser decisivos en votaciones claves, especialmente en iniciativas estructurales como la reforma laboral.
El cambio más rotundo se dio con la nueva distribución de bancas: LLA alcanzó los 95 diputados y se convirtió en primera minoría, desplazando al kirchnerismo y alterando de manera abrupta la dinámica interna del Congreso. Brizuela describió un escenario con “dos bandos muy empoderados” y una puja inédita por el control de comisiones, acelerada por la sorpresa de que recién el martes a la noche se confirmó el nuevo mapa legislativo.
El legislador remarcó que este reacomodamiento repercute de lleno en la estrategia del presidente Javier Milei. Según dijo, el ánimo del oficialismo cambió y ahora se percibe un clima propicio para avanzar con las reformas que serán enviadas durante las sesiones extraordinarias de diciembre.
En un Congreso partido en dos y con márgenes estrechos, la política catamarqueña vuelve a tener un lugar en la mesa donde se definen las decisiones más sensibles del país.