La familia del gendarme catamarqueño Nahuel Gallo, preso en Venezuela desde el 8 de diciembre de 2024, llamó a una misa y jornada de oración para exigir su inmediata liberación. El encuentro tendrá lugar este lunes 8 de diciembre, a las 10, en la Catedral Basílica de la capital provincial. La invitación se extiende a amigos, conocidos y a todos aquellos que deseen acompañar un reclamo que ya trasciende lo familiar para convertirse en una causa humanitaria.
El gobernador Raúl Jalil volvió a pronunciarse públicamente sobre el caso y aseguró que la provincia acompaña cada gestión diplomática para obtener la libertad del gendarme. Según afirmó, la madre de Gallo se reunió con el canciller Pablo Quirno, y también se solicitó una nueva audiencia con el presidente Javier Milei, además de mantener activa la intervención del Vaticano a través del obispo local.
El pedido es claro: que la Argentina utilice todas las herramientas diplomáticas para recuperar a un ciudadano retenido por un régimen extranjero.
La madre del gendarme, Griselda Heredia, expresó recientemente que no recibe información oficial sobre su hijo. En diálogo con Ancasti Streaming 98.5, relató el desgaste emocional de atravesar casi un año sin noticias.
“Quiero ser fuerte y no puedo. Es una profunda tristeza. No tenemos ni un audio, nada”, sostuvo, en un testimonio que refleja la crudeza del aislamiento al que está sometido Gallo.
Heredia integra además un grupo de familiares de personas detenidas en Venezuela, y advierte que los relatos sobre las condiciones de encierro son alarmantes. “Es inhumano lo que están pasando”, afirmó.
Gallo fue detenido por las autoridades del régimen de Nicolás Maduro, un aparato estatal señalado internacionalmente por detenciones arbitrarias, persecución política y graves violaciones a los derechos humanos. La falta de información oficial, la ausencia de garantías y las condiciones denunciadas por los familiares de detenidos refuerzan la exigencia de su pronta liberación.
Mientras Venezuela mantiene encerrado a un ciudadano argentino sin procesos transparentes ni garantías mínimas, en Catamarca la sociedad comienza a organizarse. La misa del lunes será un punto de encuentro para un pedido que, lejos de diluirse, gana fuerza con el paso del tiempo.
La familia de Nahuel Gallo, acompañada por la provincia y por organismos religiosos, insiste en que la Argentina debe sostener una posición firme y priorizar la defensa irrestricta de la libertad individual.
La presión social aumenta. Y el reclamo es inequívoco: Nahuel debe volver a casa.