El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que las Fuerzas Armadas iniciarán “muy pronto” operaciones en tierra contra redes de narcotráfico vinculadas al régimen venezolano, en el marco de la operación Lanza del Sur, desplegada desde septiembre. El anuncio, realizado en plena reunión de gabinete en la Casa Blanca, marca un salto en la escalada entre Washington y Caracas.
“Iniciar operaciones en tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman, sabemos dónde viven, y vamos a empezar con eso muy pronto”, aseguró Trump ante periodistas, dejando abierta la posibilidad de un despliegue táctico en zonas estratégicas utilizadas para el tráfico ilegal.
Hasta ahora, el operativo estadounidense se había limitado a acciones navales y aéreas en el Caribe, donde Washington sostiene haber destruido una veintena de embarcaciones y provocado más de 80 muertes en ataques que define como “preventivos”. La nueva fase, de concretarse, representaría el movimiento más agresivo de Estados Unidos sobre territorio venezolano desde la ruptura total de relaciones diplomáticas.
Las tensiones se aceleraron tras la reelección de Nicolás Maduro, considerada fraudulenta por Washington, y las acusaciones del Departamento de Justicia que vinculan al mandatario con el llamado Cartel de los Soles, al que EE.UU. designó como organización terrorista extranjera.
De acuerdo con fuentes citadas por Reuters, Maduro intentó negociar su salida del país bajo garantías, pero la comunicación con Trump —una breve llamada el 21 de noviembre— terminó en un bloqueo total. Según esa versión, el líder chavista pidió amnistía para él y su familia, el levantamiento de sanciones y el cierre de procesos judiciales internacionales. Trump rechazó la mayoría de las condiciones, ofreciéndole solo una semana para abandonar Venezuela con un salvoconducto.
El plazo venció el viernes. Inmediatamente, Washington cerró por completo el espacio aéreo venezolano, gesto interpretado como una señal de endurecimiento extremo.
Mientras el Comando Sur refuerza su presencia en el Caribe y el Pacífico, organizaciones de derechos humanos y legisladores demócratas cuestionaron versiones periodísticas estadounidenses que mencionan presuntas órdenes para eliminar sobrevivientes tras ataques a embarcaciones. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, negó cualquier irregularidad y aseguró que todas las acciones fueron aprobadas por la cadena de mando.
Trump respaldó a Hegseth y desestimó las publicaciones como “inventos mediáticos”, aunque evitó aclarar si la advertencia a aerolíneas sobre el “cierre total” del espacio aéreo venezolano implica una operación de mayor alcance.
El régimen de Maduro respondió con dureza. Calificó las amenazas como parte de una estrategia estadounidense para “forzar un cambio de gobierno y controlar el petróleo venezolano”. En Caracas, miles de manifestantes participaron el lunes de marchas en defensa de la “soberanía nacional” y en rechazo a la ofensiva estadounidense.
La región sigue con atención cada movimiento. Una intervención terrestre, aunque limitada y focalizada, podría abrir un escenario inédito en la tensión bilateral y elevar al máximo el riesgo de confrontación directa.